Publicada: 27 de mayo del 2020
SIN BARRERAS
Tomada de Internet
Mariverena Garzón
María Claudia quien se caracteriza por su sencillez y su noble corazón con muchas ganas de vivir y de dejar huellas en esta vida, es una mujer de 22 años de edad que tiene cáncer en la sangre, también conocido como leucemia. Esta enfermedad nunca ha sido un límite para su vida, pues aún en la adversidad irradia alegría, es muy inteligente y se define como una valiente.
María vive en una casa muy humilde junto a 5 personas, donde les faltan cosas materiales pero les sobra amor, cariño y afecto. Este mismo lugar que la ha visto crecer, es el testigo principal de todas las necesidades que tiene la familia y en este hogar se logra observar las veinticuatro horas del día, el esfuerzo y la dedicación que hacen Maritza Acosta y Víctor Romero (padres de María Claudia) para poder vivir de una manera digna.
Maritza Acosta se dedica a las labores de la casa, pero hay una en la que se destaca entre todas, y es la de cuidar a sus hijos. Para ella, estas son pruebas que Dios les pone para ver cómo las asumen y cómo se comportan con ellos.
A pesar de las dificultades en las que se ha visto inmersa, María es una joven luchadora, en su diario vivir es capaz de realizar labores como cualquiera, se baña, consume sus alimentos, se acuesta sin depender de nadie. Desde pequeña ha sentido una gran pasión por el liderazgo, le gusta la política.
Entre las paredes del humilde hogar de esta familia, hay un dispositivo de los pocos que tienen, que resalta y que nunca falta, el cual es un pequeño televisor donde distraen su mente de un mundo a blanco y negro para ellos.
Ella tiene dos grandes sueños, el primero es el de ser una gran Comunicadora Social y política; el segundo, pero no menos importante, es el de ganar la batalla contra el cáncer. Sus primeros pasos en el estudio fueron en el colegio, donde sus maestros la definen como una joven capaz, que sorprende al verla hablando por el micrófono con esa seguridad y propiedad.
Maritza y Víctor cada día están más orgullosos de su hija, ya que a pesar de todas las adversidades nunca se detiene, es paciente y no pierde la fe.