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Publicada: 29 de abril del 2020

FIESTAS EN MI

PUEBLO

Fiestas Toros en la huerta de Sanjuan 19
carnaval Boletin l 1946.jpg

Corrida de toros en la Huerta (o patio) de Sanjuán.

Año de 1928

Boletín del Carnaval N° 1

Archivo de Mauricio Calle Ujueta

Crónica realizada por 

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Stefanny Lobo

Los carnavales son siempre una mezcla del folclor y alegría que nos identifica culturalmente de generación en generación, y una muestra de esto es el Carnaval de nuestra tierra Ocaña, Norte de Santander.

Al inicio de cada año, luego del paso de las fiestas decembrinas, los ocañeros nos preparamos para disfrutar una de las festividades más esperadas que se vive entre los días 4, 5 y 6 de enero conocida como "El carnaval de Ocaña".

Según el portal de la Academia de Historia de Ocaña, estas fiestas tienen origen en el año 1945 donde surgió la idea por parte de Henrique Ruiz Machuca, barranquillero de padres nativos de nuestro municipio, a quien se le atribuye la organización de los primeros carnavales en Ocaña junto a Ciro A. Osorio, Alejo Conde Pacheco, José Vicente Navarro, Orlando Trigos y a otros ciudadanos destacados. El 17 de noviembre del año 1945 sale el Boletín Nº 1 del Carnaval de Ocaña, dirigido por Henrique Ruiz, quien pertenecía a la Comisión del Carnaval, en donde se le informa a la población ocañera que estas fiestas empezarían a celebrarse en el mes de enero, a partir del siguiente año. Desde aquella fecha hasta el día de hoy, se mantiene viva esta tradición.

Estos festejos comenzaron en esa época a jugarse decorosamente con confetis y serpentinas. En la Plaza 29 de Mayo ponían casetas de madera y zinc, donde vendían todo tipo de bebidas; también se podían apreciar bailes en los clubes de El Comercio y Ocaña, carrozas y comparsas como “Las Tamborinas” y “La Gigantona”. En los desfiles participaban y concursaban Gamarra, Río de oro y Ábrego, quienes preparaban grandes comparsas para venir a hacer parte de los concursos de esta aventura imborrable de tres días.

Las enormes, coloridas y hermosas carrozas eran confeccionadas por el reconocido Carmito Quintero, organizador del primer Desfile de los Genitores en 1959, anteriormente hacía parte y caracterizaba las ferias, fiestas y el Carnaval.

Para la década de los años 1960 y 1970 cada barrio ya había elegido una reina para que participara en el reinado del carnaval. Al frente del Palacio Municipal se construyó en el atrio, el trono en el que se llevaba a cabo la coronación de la reina de las ferias y las fiestas. Este acto era dirigido por una junta nombrada para este acontecimiento, donde los habitantes y visitantes se reunían alrededor del trono a escuchar el programa del evento. También se presentaban conjuntos musicales y grupos de danzas de prestigio. Para finalizar la jornada leían los "Derechos Reales", en los cuales se referían de forma graciosa y divertida a los personajes conocidos por todos y en los patios del Palacio Municipal se realizaba el baile de coronación.

La reina elegida era quien iniciaba la apertura de esta festividad el día 4 a las dos de la tarde. Todo era alboroto y regocijo. La gente alocada en caravanas de carros se paseaba por todas las calles del pueblo, lanzando bombas llenas de agua, maicena y tinturas, la mayoría de vehículos eran destapados y desde las edificaciones más altas arrojaban agua que caía sobre estos.

 En carnavales, la mayoría de calles quedaban solitarias en horas de la tarde, pues todos se trasladaban al barrio La Primavera, en donde a veces se construía un ruedo para las corridas de toros; las faenas eran animadas por la banda municipal al son de pasodoble. A eso de las seis de la tarde terminaba este espectáculo y las personas volvían a las calles donde iniciaba de nuevo la algarabía. Los ocañeros iban a su casa helados de frío, con su cara y ropa manchada de maicena y pintura, en busca de café caliente y un buen pedazo de pan. En las noches hacían bailes de disfraces que se extendían hasta altas horas de la madrugada.

Hace algunos años, Nahúm Barbosa incluyó como evento previo al carnaval, el reinado de la tercera edad y las fiestas en el barrio Villanueva. Al día de hoy han tomado gran importancia y se celebran cada 3 de enero.

En la actualidad, aún se vivencia el Carnaval de Ocaña, pero con los años varias de las manifestaciones culturales han ido desapareciendo de la festividad. La artesanía de las máscaras utilizadas en las comparsas, que se elaboraban principalmente en los barrios de la Costa y Villanueva más conocidas como “Las tamborinas” y “La gigantona”, han quedado en el olvido, pero permanecen en la memoria de los ancianos, quienes las recuerdan y añoran recuperar estas hermosas tradiciones para enseñarle a las nuevas y futuras generaciones una manera diferente de compartir entre amigos esta celebración.

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