​

Perdiendo la esperanza de continuar su vida, perdiendo personas, sentimientos y emociones, encerrada en un laberinto sin salida, donde su única oportunidad era ella, sin ganas de despertar, teniendo que afrontar las peores realidades de su vida, se encontraba Julieth Solano. Caracterizada por su alegría y espontaneidad, que con el paso del tiempo fue perdiendo, convirtiéndose en su mayor miedo: Una persona desconocida y capaz de hacerse daño a sí misma.

Su vida transcurría con total normalidad, cuando un día como cualquiera, alrededor de las 7:00 pm del 7 de mayo del año 2015, July, como se hace llamar, se encontraba sola en su habitación: “Recuerdo que empecé a sentir escalofríos, mi piel evidenciaba tal sensación, mis manos estaban tan congeladas que apenas y podía sentirlas, pero mis pies ardían, ardían como si el fuego estuviera cerca; mi vista comenzó a nublarse y fue allí donde reaccioné… levantándome de la cama tomé toda mi fuerza y aliento para gritar, alcancé a tomar la perilla de la puerta y desde ese momento no recuerdo lo que paso”.

“Mi mamá fue la que vivió en carne propia  el suceso, cuenta con los pelos de punta y piel de gallina, que me volví otra persona. Mis ojos se volteaban, rasgaba y me pegaba contra la pared y balbuceaba palabras sin sentido. Esa noche fue la peor para mi madre, ya que estuvo conmigo cada segundo. Después de esa noche olvidamos lo que pasó y jamás se volvió a repetir tal suceso, pero desde ese momento han pasado cosas en mi vida: muertes, tristezas. Además, existen noches en las que siento la presencia de alguien, pero he tratado de sobrellevar las cosas y olvidarme de eso, pero de lo que sí estoy segura es que mi vida cambió esa noche que perdí la conciencia”.

Su vida tomó un giro completo, su mamá le ha brindado toda la compañía y valor para pasar todas las situaciones que desde esa noche  han surgido.

Existen muchas personas que han pasado por esto, viviendo con sus historias, opacando su vida a raíz de todo eso, pero July ha demostrado lo contrario, ha sido una mujer valiente, tendiendo su cara en alto, dando el ejemplo a otras personas que han vivido en carne propia situaciones paranormales.

​

Transcurrieron los meses y las audiencias eran torpedeadas por la ausencia del juez, las ocupaciones de la fiscal, o algún papel faltante, todo con la intención de buscar pruebas inexistentes. El supuesto testigo que vio el momento de la extorsión, delito por el cual estaba siendo judicializado,  jamás apareció; de las cámaras que habían grabado el hecho nunca se supo nada y el principal afectado sólo interpuso la denuncia y jamás se volvió a saber de él.

Tal parece que todo fueron fantasmas producidos por Polanía, un patrullero de la policía con el que “El Next” había tenido una pelea callejera, en donde al parecer le hirieron el ego tras la golpiza que le propinaron Next y sus amigos. Tanto así que tuvo que ahuyentarlos con tiros. Juró vengarse al precio que fuera y meses después uno a uno, los sacó de sus casas y los puso tras las rejas, cobrando con eso cada golpe, escupitajo y palabras.

​

28 meses preso, a manos de un policía con sed de venganza, un abogado vendido, un juez corrupto y ni una sola  prueba.