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Cielo despejado, aire puro, paisajes que te renuevan, que te hacen sentir más vivo que nunca, gente trabajadora, pujante, con miles de sueños y metas por cumplir, eso es el Catatumbo.

Una zona que se encuentra ubicada en el departamento de Norte de Santander y está conformada por once municipios: Tibú, El Tarra, Sardinata, El Carmen, Convención, Teorama, San Calixto, Hacarí, La Playa, Ocaña y Bucarasica. Además, cuenta con 11 lugares mágicos, con variedad de riquezas y aunque todos son muy distintos y constan de infraestructuras muy diferentes, entre otras cosas, sí hay algo que tienen en común y es la gente humilde, que no se rinde tan fácilmente, que busca la manera de sobrevivir frente a tanto abandono por parte del Estado, pero sobre todo y no menos importante, su mayor semejanza es que todos han sido golpeados por la violencia.

En el año 2013, se llevó acabo un paro campesino que marcó de gran manera a Norte de Santander, una protesta que duró aproximadamente dos meses, donde los campesinos estaban descontentos por la erradicación de cultivos ilícitos, ya que es una forma de subsistencia para la mayoría de las familias que habitan es esta zona. Esta protesta se convirtió en un referente para otros grupos del país que también salieron a hacerle reclamos al Estado. Este fue un hecho realmente duro, en la historia del país y más específicamente en el Catatumbo, ya que estos 53 días de fuertes reclamos y protestas, dejaron muchas víctimas. Aparte de esto, también se debe resaltar que otro de esos motivos fue la pobreza, la falta de oportunidades, el total abandono, la falta de educación, la carencia de salud y de vías de acceso.

El Catatumbo es un lugar que se ha caracterizado por ser motivo de noticia en los medios de comunicación más grandes y con mayor trayectoria en el país, pero han sido noticias solo para resaltar lo malo, lo dañino, lo que los opaca. Pues muy pocos medios de comunicación han resaltado la verdadera problemática que viven las personas que residen en estos municipios, especialmente los campesinos, que han sido la población más descuidada; como fue mencionado anteriormente, la carencia de vías de acceso han dificultado que los campesinos salgan a ofrecer sus cosechas, lo que les impide de una u otra forma subsistir. Pero sinceramente, es una realidad que muy poca gente conoce y por lo mismo, al Estado le importa muy poco  ayudar a la mayoría de estas personas que viven en extrema pobreza. Así que es esta la verdadera historia del Catatumbo, la verdadera historia de una población que día a día busca la manera de sobrevivir ante tanto abandono, guerra y violencia.